Se trata de un panfleto que circula en la ciudad y en el que también se intimida a colombianos que los ayuden. Gobierno rechaza el hecho.
El documento, firmado por un grupo que se hace llamar Bloque Central Colombia, dice:
"Llegó la hora de la limpieza para toda Bucaramanga. Gamines y ladrones que por lo general son venezolanos van para el piso, al igual que quien los acoja, ya que quien los acoge está de acuerdo con la delincuencia. Dicha limpieza se hará por petición de la misma ciudadanía. A los que tengan venezolanos empleados en sus negocios se les dan 48 horas para que los reemplacen".
La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez rechazó las amenazas y precisó “que la posición del Gobierno colombiano es de solidaridad y acompañamiento frente a la tragedia humanitaria que afrontan los ciudadanos del vecino país, víctimas de la dictadura de Nicolás Maduro”.
Fue enfática al decir que cualquier acción contra “la población venezolana o colombo-venezolana, constituye un delito. Por tanto, los responsables de esos panfletos tendrán que afrontar consecuencias judiciales”.
Sin embargo, advirtió que cualquier venezolano que incumpla la ley o cometa un crimen será procesado conforme a la justicia colombiana o deportado de inmediato.
“La delincuencia en Colombia es inaceptable, cualquiera sea la nacionalidad. No podemos permitir que se estigmatice a los venezolanos, pero tampoco que haya delincuentes que se amparen en nuestra generosidad, para llegar a delinquir. Aquí no hay espacio para el odio ni para la xenofobia”, recalcó.
Por su parte, el director (e) de Migración Colombia, Andrés Martínez, instó a recordar que, “como colombianos, hemos vivido lo que es el rechazo y la xenofobia. Por eso hago un llamado a la ciudadanía para que, en lugar de tomar la justicia por las manos, unan esfuerzos para construir un mejor país”.