Estaba jugando cuando sufrió el accidente. En Santa Marta, donde sucedió el hecho, dicen que Electricaribe estaba advertida sobre el cableado y no hizo nada.
Los sueños de Dylan Lugo, de convertirse en futbolista, se esfumaron. El pequeño estaba frente a su casa, en el barrio Altos de Juan 23, cuando su pierna se enredó en el cable de alta tensión.
“Veo a mi niño tirado allá, ya estaba morado, sin signos vitales”, contó Jorge Rivas, abuelo del menor.
Vecinos del sector dicen que el fallecimiento del niño era la “crónica de una muerte anunciada”. En días anteriores, señalan, habían denunciado la caída de este y otros cables.
“La mamá había llamado, los vecinos habían llamado a la empresa y nada. Según ellos, es un barrio subnormal”, aseguró William Nieto, residente.
Por su parte, el gerente de Electricaribe, David de Marchena, afirmó que “estas redes son artesanales, han venido creciendo exponencialmente en los últimos años. Le pedimos a la comunidad nos deje ingresar para verificar los censos”.
Mientras la familia del pequeño Dylan sufre por su ausencia, otras 70 viviendas del barrio se encuentran en grave peligro por cuenta de los cables que cuelgan cerca de las puertas.
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Updated: mayo 08, 2018 02:09 p. m.