Al edificio, donde funciona la Alcaldía, lo estarían afectado las vibraciones que generan buses de Transcaribe al recorrer la avenida Blas de Lezo.
Estos articulados tienen un peso de 23 toneladas y pasan a una distancia aproximada de 20 metros del Palacio de la Aduana.
Expertos dicen que en el techo se evidencian las afectaciones y piden tomar medidas.
“La única solución es construir una protección que mitigue la vibración que le llegue a las cimentaciones de las edificaciones antiguas”, explica Jorge Rocha, ingeniero estructuralista.
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El castillo de San Felipe cuenta con una protección de las ondas que generan los vehículos del servicio público; esta obra se hizo atendiendo las recomendaciones de un estudio técnico realizado por el Ministerio de Cultura.