Expertos de ese instituto aseguran que no era posible extraer ADN de los tejidos que se examinaron. Carlos Valdés niega tajantemente las acusaciones.
La tecnología utilizada por Medicina Legal para concluir que Jorge Pizano murió por un infarto y no por ingesta de cianuro es el primer desacuerdo entre la entidad y el sindicato.
“La técnica en el instituto no está validada en esos fluidos y en esas muestras biológicas”, indicó el médico Javier Oviedo, miembro del sindicato.
El argumento de Oviedo es que el formol destruye o desaparece cualquier rastro de cianuro. Pero va más allá y hace una denuncia más grave.
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“Hemos tenido quejas en este sindicato de que los peritos han sido coaccionados para cambiar los informes periciales en sus conclusiones”, añade Oviedo.
El director, Carlos Valdés, se defendió y explicó los resultados forenses en un comunicado de prensa.
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"El instituto cuenta con técnicas analíticas validadas para el análisis de cianuro. Este análisis se hace por cromatografía de gases con detector de masas, esta técnica permite la separación y la posterior identificación de la sustancia con base en los fragmentos de masa, característicos para cada sustancia. Se realizaron los análisis en las muestras disponibles: humor vítreo y vísceras en formol”, señaló.
Valdés aseguró que la metodología esta validada para analizar fluidos biológicos. En otro comunicado, el médico forense señaló que “nunca, por ningún motivo o circunstancia” ha ejercido coacción contra los peritos o alterado o cambiado los resultados obtenidos por ellos.
La Procuraduría comisionó a una delegada especial para que intervenga y analice la polémica que se ha desatado sobre las pruebas forenses.
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