Mientras preparan sus delicias gastronómicas, piensan en sus compatriotas que se quedaron al otro lado y que no tendrán una Nochebuena por la crisis.
La escena ocurre en un barrio del noroccidente de Bogotá. Un aire de entusiasmo y nostalgia ronda en el ambiente, pero puede más la alegría de poder preparar la afamada hallaca, una especie de tamal.
“Quizá no tengo las palabras para describirlo, pero es algo especial que usted siente”, dice Antonio López sobre la preparación de este platillo.
Muchos dicen que se sienten afortunados porque seguramente en su patria muchos no tienen los recursos para hacer la cena navideña.
La elaboración de la hayaca es una vieja tradición venezolana donde participa toda la familia, al mismo tiempo que preparan los ingredientes, escuchan su música autóctona, las gaitas.
Hacer una hallaca hoy en Venezuela cuesta el equivalente a 37 salarios mínimos, es decir, unos 420 dólares para hacer 50 tamalitos, una fortuna esquiva para el común de la gente, por eso la Navidad en el exilio, aunque lejos de su patria, será menos dolorosa para los que cruzaron la frontera.
Updated: diciembre 24, 2018 03:34 p. m.