A falta de alguna carrera menor, la temporada de ciclismo llegó a su fin el sábado a orillas del lago Como, tras un curso 2024 que ha consagrado la supremacía del esloveno Tadej Pogacar y de su formación UAE, unida a la caída del Visma.
Quedan algunas pruebas por disputarse, entre ellas el Tour de Guangxi de China, pero las estrellas del pelotón ya han colgado la bicicleta en el garaje para descansar tras el Giro de Lombardía, que terminó con una nueva demostración del fenómeno esloveno.
Pogacar y el Team UAE, al firmamento
Ningún corredor desde el gran Eddy Merckx había logrado una temporada como la completada por Pogacar. Primer doblete Giro-Tour desde 1998, al que añadir la victoria en el Mundial y dos 'Monumentos' (Lieja-Bastoña-Lieja y Giro de Lombardía), el ciclista de 26 años ha cosechado 25 victorias, un balance de propio de un esprínter solamente alcanzado en el siglo XXI por Alessandro Pettacci, en 2005.
Su dominio refleja también el de su equipo, que ha sumado 81 victorias gracias a 20 corredores diferentes, muy por delante de los 73 éxitos en 2018 del Quick-Step. Dotado de una potencia financiera colosal, con un presupuesto desconocido, la formación emiratí podría seguir dominando pues no deja de atraer tanto a los hombres fuertes del pelotón (Jhonatan Narváez) como a las jóvenes promesas (Pablo Torres).
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Caída del imperio Visma
El contraste es doloroso para Visma-Lease a bike. La formación fue dominante el año pasado con victorias en las tres grandes vueltas pero, desde tan alto, la caída para la formación neerlandesa ha sido más dura, a la imagen de sus dos estrellas, Wout Van Aert y Jonas Vingegaard, quien perdió el Tour de Francia tras dos ediciones consecutivas ganadas.
Cierto es que el noruego y el belga se han enfrentado a diversos hándicaps como las caídas sufridas en la primavera boreal.
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Víctima de múltiples fracturas y de un neumotórax, Vingegaard apenas ha corrido. Van Aert regresó para la Vuelta a España, donde sumó tres de las cinco victorias de su temporada, antes de lesionarse de nuevo en una caída. Un año negro en el que el equipo no ha logrado ningún 'Top 10' en ninguno de los cinco 'Monumentos'. El estadounidense Matteo Jorgenson ha sido el rayo de luz para Visma, con una victoria en la París-Niza. Tampoco ha sido el año del Ineos, otra superpotencia que solo ha logrado 14 victorias y un drama interno en su despedida de Tom Pidcock, que no fue incluido para el Giro de Lombardía.
Evenepoel y Van der Poel, los otros gigantesBajo el contundente dominio de Pogacar, otros dos hombres han logrado escribir también líneas en la historia del ciclismo. El belga Remco Evenepoel (24 años) se convirtió en el primer corredor que logra un doblete olímpico, colgándose el oro en la contrarreloj y en la prueba de ruta en los Juegos de París. También conservó su título mundial en contrarreloj y terminó tercero en su primera participación en el Tour de Francia.
Mathieu van der Poel (29 años) sembró el terror durante las clásicas de la primavera europea, convirtiéndose en el primer ciclista desde Fabian Cancellara en ganar el mismo año el Tour de Flandes y la París-Roubaix. El neerlandés impresionó ganando en Roubaix tras una escapada de 60 km y una ventaja de 3 minutos. Evenepoel, van der Poel y Pogacar han ganado entre ellos tres 12 de los últimos 14 Monumentos.
Las migas para el resto del pelotónContra la potencia de este trío, el resto del pelotón tuvo que conformarse con migajas. Primoz Roglic ha completado una buena temporada, ganando su cuarta Vuelta a España y su segundo Critérium del Dauphiné. El esprínter belga Jasper Philipsen rompió la monotonía ganando la Milán-San Remo, primer 'Monumento' del año, y tres etapas del Tour de Francia.
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También ha brillado en el tour el eritreo Biniam Girmay, con tres etapas ganadas que le valieron el maillot verde. El suizo Marc Hirschi, compañero de Pogacar, ha brillado en el final de temporada, y el australiano Ben O'Connor demostró una buena regularidad (4º en el Giro, 2º en la Vuelta y en el Mundial).
Las caídas y el dramaLa temporada también ha quedado marcada por numerosas caídas, a menudo graves, que han reabierto el debate sobre la peligrosidad de un deporte disputado al aire libre y que es cada vez más rápido. La más dramática fue el deceso de la joven corredora suiza Muriel Furrer, de 18 años, fallecida en una salida de pista durante la prueba de ruta junior de los Mundiales de Zúrich, a finales de septiembre. La investigación sigue en curso y las circunstancias alrededor del accidente siguen sin esclarecerse. Esta tragedia tuvo lugar poco más de un año después del accidente de otro corredor suizo, Gino Mader, incidente que dejó al pelotón en shock.
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