El francés, quien iba a 1:50 del líder Julian Alaphilippe, se retiró de la competencia por un problema muscular en la pierna izquierda.
El ciclista del Groupama acudió al coche médico a falta de 93 kilómetros para el final de una etapa de 126,5, donde le practicaron un vendaje, lo que le distanció del pelotón de los favoritos.
El corredor trató de seguir en carrera, pero finalmente, entre lágrimas, acabó por abandonar cuando restaban 88 kilómetros.
Con un llanto inconsolable, acompañado de su compañero William Bonnet, el ciclista se metió en el coche de su equipo.
😢 It’s over for Thibaut Pinot who suffers too much. Extremely sad.
— Tour de France™ (@LeTour) July 26, 2019
😢 C’est fini pour @ThibautPinot qui souffre trop pour continuer. Un moment très difficile pour lui et son équipe.#TDF2019 pic.twitter.com/qr7Bab0iPk
La retirada se venía barruntando durante varios kilómetros. Pinot rodaba solo. Sus compañeros no le aguardaban y perdía ya más de tres minutos, lo que hacía pensar que el abandono era cuestión de tiempo.
El equipo confirmó que el corredor había sentido los dolores al término de la etapa del jueves en Valloire y que durante la noche apenas podía andar.
"Su estado no mejoró el viernes", señaló el Groupama, que no dio más detalles sobre la lesión.
Interrogado durante la etapa por la televisión francesa, el director deportivo del equipo, Philippe Mauduit, aseguró que el dolor apareció tras haber golpeado el manillar de la bicicleta cuando trataba de esquivar una caída hace dos días.
"En el terreno llano la cosa iba bien, pero en la dura etapa de del jueves y la de este viernes, se le hacía imposible continuar", señaló.
El francés demostró en el ascenso al Galibier menos fuerza de la que había tenido en los Pirineos.
Pinot, de 29 años, tercero del Tour en 2014, se había mostrado como uno de los hombres fuertes de esta edición, donde tras ganar en el Tourmalet fue segundo en Prat d'Albis, por detrás de Alaphilippe.
El corredor francés aseguraba que iba a aprovechar las dos etapas alpinas que restaban antes de París para tratar de subir de nuevo al podio final del Tour.
Pinot, bien situado para ganar el Tour 34 años después del último francés, Bernard Hinault, había visto sus opciones comprometidas durante la etapa que acabó en Albi, cuando se quedó cortado en un abanico que le hizo perder 1.40 con los favoritos.
Pero, desde entonces, no había hecho más que recortar tiempo, lo que le había dejado como uno de los pretendientes a la victoria final.
Originario de los Vosgos, donde posee una granja, Pinot ganó el año pasado la Vuelta a Lombardía y dos etapas de la Vuelta a España, que acabó sexto en una temporada en la que decidió no disputar el Tour.
En la ronda gala, el triunfo logrado en el Tourmalet fue el tercero, tras haberse impuesto en la estación suiza de Porrentruy en 2013 y en el Alpe d'Huez dos años más tarde.