A pesar de la soñada carrera, el antioqueño Elkin Serna podría quedarse sin un premio de 2 mil dólares, pues estaba inscrito en otra categoría.
Él tiene 35 años, nació en Urrao, Antioquia, de donde fue desplazado por la violencia hace más de 20 años.
A Estados Unidos llegó lleno de ilusión para romper su marca y convencido de que así lo haría.
“Me preparé muy mentalizado. Hace dos meses corrí en Panamá, entonces ya venía con mucho trabajo”, dijo.
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Corrió acompañado por un guía (que iba en bicicleta), pues sufre de una enfermedad visual que tan solo le permite ver un 10 por ciento. Sin embargo, eso no fue impedimento para llegar a la meta justo después del hombre más rápido de la carrera.
“Yo vivía como con un sueño, pero muchos no creían en mí. Uno es el que tiene que tener la convicción de ir siempre por ese objetivo. Y si hay otros que le ponen una pared, pues solamente hay que luchar más fuerte todavía, porque hay que demostrar es con hechos”, manifestó Serna.
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El valiente corredor recorrió los 42 kilómetros y 195 metros de la maratón de Miami en dos horas 27 minutos con 28 segundos, casi 6 minutos y medio después de Saidi Juma Makula, ciudadano de Tanzania, que se llevó el primer lugar.
“Había por ahí seis kenianos. Lo mejor fue que ellos salieron muy fuertes y que ellos mismos se castigaron en toda la maratón. En el último kilómetro los alcancé y los pasé derecho y ahí es donde logro quedar segundo”, destacó el atleta.
El llegar de segundo le aseguraba un premio de dos mil dólares, el mismo que está entre dicho, pues al parecer Elkin estaba inscrito en otra categoría.
“Si me los dan los necesito parar pintar la casa y hacer unos trabajitos y para prepararme para Tokio”, señaló Serna acerca de la necesidad de los recursos.
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El colombiano ya había conquistado dos veces la medalla de plata Paralímpica en Beijín 2008 y Londres 2012. Ahora, con el tiempo que logró en Miami, se asegura su presencia en Tokio 2020.