Empinadas calles de barrio vulnerable ahora son usadas para el downhill urbano

Estos espacios se convierten en un escenario para saltar a otra realidad y hacer que fluya la adrenalina sana.

A las empinadas calles del barrio Siloé, en la ladera suroeste de Cali, se las tomó el deporte extremo, a través del downhill urbano y el enduro.

"La topografía es la ideal para la escena. Tenemos un escenario perfecto al que cualquier comunidad mundial quisiera llegar para participar en un deporte extremo", asegura Jáder, practicante de downhill urbano.

Es así  como jóvenes del sector empezaron a aprovechar su espacio para convocar otros chicos del barrio y de otras comunas a saltar hacia otra realidad.

"Lo más importante es la inclusión que se le puede dar a toda la gente de la ladera con deportes no convencionales, adrenalina sana", afirma Jhonatan Delgado, practicante de downhill urbano.

Otro exponente de esta disciplina, Anderson Cruz, destaca que se decidió promoverlo en Cali, después de ver cómo se practica en Valparaíso (Chile), Tasco (México), Medellín y Manizales.

Y aunque no son muchos los que practican el downhill urbano a nivel profesional, han logrado involucrar a la comunidad, de diferentes maneras, con los eventos que anualmente se realizan del deporte y  convirtiéndose además en osados influenciadores.

"Apropiándonos del espacio con alternativas nuevas, en este caso, deporte extremos”, afirma John Edward Chacón, practicante de downhill.

"Se siente muy chévere ser uno el ejemplo. En las redes sociales donde le escriben a uno y destacan que uno salió del barrio y valoran el deporte que practicamos”, señala otro de los deportistas.

Adrenalina pura, jóvenes que cambiaron un salto al vacío para volar por sus sueños.