Actualmente los técnicos y funcionarios de los clubes de fútbol formativo en el Valle del Cauca están pasando por un duro momento. Esto, tras el cierre de sus academias, el cual fue forzado por la pandemia del coronavirus COVID-19 en Colombia.
Cerca de 4 mil personas dependen de estas academias formadoras de futbolistas en el departamento y casi el 25 % de estas no tiene cómo suplir sus necesidades básicas.
Wéimar Giraldo, presidente de la Liga de Fútbol del Valle del Cauca, habló sobre las actividades que están realizando para apoyar a los entrenadores y formadores.
“Estamos capacitando a nuestros formadores en el departamento. Estamos haciendo actividades como bingo, buscando donaciones, esto, para fortalecer a los formadores que no la están pasando para nada bien”, reveló Giraldo.
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La crisis tocó a Érika Gil, presidenta de Atlas Sports, un club perteneciente al distrito de Aguablanca en Cali, que cuenta con más de 16 años de fundación.
Ella, a punta de vender arroz con leche, burritos y aplastados, mantiene los gastos de su hogar y para pagar el salario de sus formadores.
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“Lo hacemos para soportar el gasto de los profesores y antes se hacía para pagar el arriendo, pero nos tocó entregar el local”, dijo la presidenta.
Otro caso es el de Fabián Martínez Reyes, entrenador de fútbol femenino en Yumbo. Él se alejó de las canchas y ahora recorre las calles de su municipio haciendo domicilios en su moto.
“Debemos acomodarnos a las circunstancias, uno ya tenía un hábito de día, costumbres del día a día, hacer ese cambio de manera repentina y total ha sido difícil”, dijo.
Quienes dependen de las academias de fútbol en el Valle del Cauca tuvieron que cambiar rotundamente de chip. Ellos piden a las autoridades del departamento que no deje morir la base del fútbol profesional en la región.