Luis Cayetano Páez, un ciudadano que reparte aguadepanela con pan a los habitantes de la calle, se encontró a Jaime en un andén de la localidad bogotana.
“Llevó 10 años durmiendo acá y hasta ahora nadie me ha ayudado, solo promesas”, contó Jaime, quien se tapa la cabeza con un plástico mientras le hace una oración a Dios para que un alma bondadosa le regale algo de comer.
Este adulto mayor hace parte de la población que está en riesgo por el coronavirus .
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