“Un lugar digno para estudiar” es lo que piden desde el municipio antioqueño.
La madera que sostiene las bases de las aulas y también la tejas se está desintegrando, lo que pone en peligro tanto a docentes como a estudiantes.
“Tememos que un palo de esos le caiga a un niño encima”, dice Pedro Pablo Montiel, reportero que presenta la denuncia.
Por otra parte, habitantes del barrio El Socorro III, sur de Bogotá, piden que les arreglen las vías de acceso, deterioradas por las volquetas que transportan material de construcción.
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