Los restos del maestro fueron trasladados hasta su pueblo natal, donde preparan actos culturales para despedir al juglar de los Gaiteros de San Jacinto.
La muerte de Catalino Parra a sus 95 años deja un vacío difícil de llenar en la música folclórica colombiana.
“Hoy tenemos música de gaita por todo el planeta. Hay compañeros en Chile, Barcelona, Alemania, Francia, por todos lados hay gaiteros, y esto se le debe al maestro, además de los Gaiteros de San Jacinto”, resaltó Ariel Ramos, músico y gestor cultural.
Sus raíces fueron influenciadas por el bullerengue. Fusionó la gaita con la tambora y junto a otros músicos llevó el folclor colombiano a todos los rincones del mundo.
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Su nieto, José Parra asegura que, en sus últimos días de vida, Catalino pidió que en el país no muera la música de gaita.
El maestro expresó en vida que prefería una despedida alegre con el sonido de las gaitas y bailes.
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En octubre pasado, Noticias Caracol llegó hasta Soplaviento, su pueblo natal, para rendirle homenaje y recordar esas historias que lo hicieron grande.
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