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Capítulo 219 completo Expediente Final: La huella del pintor Enrique Grau en el arte colombiano

Enrique Grau plasmó la guerra, la edad dorada del cine y la transformación de la sociedad colombiana en su obra. Un intelectual que hoy es recordado por muchos como uno de los grandes del siglo XX.

Enrique Grau

Enrique Grau fue un artista irreverente que, por medio de su obra, comunicó la realidad de la cultura colombiana y la herencia afro. Sin miedo a exponer su visión del mundo, usó su creatividad para desenvolverse en la televisión, el cine, los museos y los grandes escenarios de arte del país.

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De familia cartagenera, Enrique Grau nació en Ciudad de Panamá el 18 de diciembre de 1920. Su madre era reconocida por su belleza y su padre era uno de los miembros más influyentes de la ciudad. "Para mí, él prácticamente nace pintor. Le pasó lo mismo que a Picasso, que empiezan a dibujar sin saber hablar bien", destacó la escritora Fanny Buitrago.

Su abuela, Concepción Araujo, era una reconocida literata y fue una de sus grandes influencias. A ella le dedicó la polémica obra Abuela sin cabeza, que pese a las molestias de su familia, homenajeaba a la matrona de su hogar.

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"Era un hombre súper culto. Un hombre que sabía de todo; de historia del arte, de historia, de geografía, de cine, de literatura", acotó la pintora Maripaz Jaramillo, una de las muchas voces que destacaron que el maestro Grau era una persona de la cual siempre se aprendía.

Además de la pintura y el dibujo, Enrique Grau también incursionó en el mundo del cine, dirigiendo obras como su propia adaptación de María, de Jorge Isaacs.

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La vida del arte también lo llevó a ser epicentro de excesos, especialmente porque le gustaba ser anfitrión de desenfrenados encuentros y reuniones, donde desde celebridades hasta políticos se convertían en inspiración para sus obras. "Hacía Grau unas rumbas del otro mundo a esas rumbas. Asistía toda la intelectualidad colombiana", recordó el crítico de arte Eduardo Serrano.

Su espíritu rebelde hizo que incluso fuera excomulgado de la Iglesia católica, esto después de hacer un sketch donde puso desnudo a su amigo, el también pintor David Manzur, frente al tradicional corazón de Jesús.

Al final de su vida comenzó a tener extraños malestares estomacales y fiebre. Se trasladó a Bogotá, donde estaban sus médicos de cabecera, sin embargo, las noticias no fueron alentadoras, pues fue diagnosticado con cáncer en la vesícula. En ese momento dejó de pintar.

En cuestión de pocos meses el dolor se volvió insoportable y tuvieron que empezar a aplicarle morfina para apaciguar el inminente suplicio al cual estaba sometido.

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Finalmente, el 01 de abril de 2004, en su apartamento en Bogotá, falleció Enrique Grau. Para los cercanos y para la industria artística colombiana, la muerte del pintor significó una pérdida invaluable, sin embargo, hoy recuerdan su vida y enaltecen su legado.

Su obra sigue siendo uno de los grandes referentes del arte colombiano, por lo cual, junto a algunas piezas de Olga de Amaral y Alejandro Obregón serán expuestas en la Bienal de Venecia.

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