Tenía que ser él, Messi, quien estaba llamado a dar la estocada en el partido que debía decidir el campeón del mundo. Un gol suyo, con el pecho, con el escudo, en el minuto 110, rompió la igualdad del Estudiantes-Barça para dar al equipo azulgrana un trofeo que se le resistía.
Como en Wembley, cuando el Barça se proclamó campeón de Europa en 1992, el conjunto azulgrana se adentró peligrosamente en la prórroga, de donde volvió a salir campeón. Esta vez ante un auténtico Estudiantes, ya ganador en 1968, y que estuvo a punto de agarrar el segundo trofeo intercontinental. Pero se le escapó por un minuto, después de que Pedro Rodríguez, en el 89, empatara el partido.
El equipo de Pep Guardiola lo intentó hasta el último suspiro y tuvo oportunidades de empatar en más de una ocasión, y a punto estuvo de esfumarse el sexto título del año (Liga, Copa del Rey, Liga de Campeones y las Supercopas de Europa y España), de no ser primero por el pequeño Pedro y después por el 'crack' de los 'crakcs', Lionel Messi.
Estudiantes abrió el marcador a través de un centro, cuando Mauro Boselli se coló entre Puyol y Abidal para meter la cabeza y enviar el balón al fondo de las mallas (1-0), a pesar de la estirada de Valdés.
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Era un marcador razonable dadas las oportunidades que se habían generado en el choque y por el tono del conjunto argentino, que sin complicaciones en defensa y en el nutrido centro del campo mantenía a raya a su rival.
En el segundo tiempo, Guardiola volvió a echar mano del banquillo sin más dilaciones y puso al siempre combativo Pedro Rodríguez en el campo en lugar de Keita.
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El acoso del Barcelona empezó a ser mayúsculo y entonces sí que Estudiantes se replanteó el partido y su sentido del mismo. No le importó dar unos pasos atrás, tapar todos los huecos, presionar y morder a los rivales que debían crear.
En los últimos minutos, Estudiantes se vio completamente desbordado hasta que llegó el gol de Pedro Rodríguez (1-1), que envió de cabeza por encima del meta, provocando el delirio en el campo en el minuto 88.
El partido llegó a la prórroga y en ella aparecía un Barça algo más entero frente a un Estudiantes aturdido por el gol encajado y bastante fatigado.
No fue hasta el segundo cuarto de hora cuando el Barça puso la directa y de un centro preciso de Alves, Lionel Messi puso el pecho para acompañar la pelota al fondo de las mallas y establecer el 1-2 y, en definitiva, propiciar que el Barça lograra por primera vez el Mundial de Clubes y provocar las lágrimas en el rostro de Josep Guardiola, el creador del 'Barça de las Seis Copas'.
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Tercer puesto
Pohang Steelers superó al Atlante 4-3 desde los tiros penalti luego de igualar 1-1 y alcanzó el tercer puesto en el Mundial.
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Ficha del partido:
Estudiantes: Albil; Rodríguez, Cellay, Desábato, Ré (Rojo, min.90+1); Díaz, Benítez (Sánchez, min.76), Verón, Braña; Enzo Pérez (Máxi Núñez, min.79) y Boselli.
Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Xavi, Busquets (Touré Yaya, min.79), Keita (Pedro, min.46); Messi, Ibra y Henry (Jeffrén, min.82).
Goles: 1-0, min.37: Boselli. 1-1, min.89: Pedro. 1-2, min. 110; Messi. 1-2, min.110: Messi
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Árbitros: Benito Archundia, de México.
Incidencias: final del Mundial de Clubes, disputada en el estadio Zyed Sports City de Abu Dabi, ante 45.000 aficionados, que llenaron el estadio.
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