El defensor mexicano Aarón Galindo anotó el gol triunfo a los 80 minutos, sólo dos después de que había evitado la caída de su meta al sacar un remate de Jesús Gómez en la jugada de mayor peligro que tuvo el Caracas FC en el partido disputado en el Estadio Jalisco, de Guadalajara.
El conjunto venezolano, que suma seis puntos en el Grupo 6 y hace una semana le había ganado a Chivas de local, terminó encima del rival y prácticamente en la última jugada un remate de cabeza de Darío Figueroa pegó en el poste y le cayó a las manos al portero mexicano Luis Michel.
Fue un partido disputado, con dos sólidas defensas y con unas Chivas que se encontraron con la victoria cuando parecían luchar por mantener el empate.
El equipo de Guadalajara salió a buscar la meta del rival con un par de goleadores, Carlos Ochoa y Jared Borgetti, y con Alberto Medina y Francisco Mendoza para proveerles de balones.
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Caracas FC apretó la marca y se defendió con firmeza y eso ocasionó que el encuentro estuviera trabado en la media cancha, con Chivas que querían dominar para lanzar ataques desde esta zona y un conjunto venezolano que quiso que la disputa fuese en este terreno más que en su área.
Borgetti no tuvo muchas oportunidades y Ochoa desperdició las que tuvo, Del lado contrario las ocasiones fueron menores y la mejor fue de Prieto al minuto 5 con un disparo que no pudo conectar bien y salió fuera.
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Para el final del primer tiempo, el Chivas estaba más ocupado en hallar la tranquilidad que les permitiera sacarle más provecho al dominio que ejercían y que sus jugadores no lograron reflejar ni en jugadas de peligro y mucho menos en el marcador.
Medina tuvo las dos mejores jugadas en los minutos 42 y 43, con entradas por el costado derecho que acabaron en disparos rechazos, con buena actuación del portero del Caracas FC, Renny Vega.
El Caracas FC se vio obligado a hacer un cambio al minuto 32 por una lesión de tobillo de Rafael Castellín, quien fue sustituido por Emilio Rentería, sin modificar su intención de tener un contragolpe o una jugada uno a uno a la cual sacar provecho.
La situación no cambió en la reanudación. Chivas llegaba y Caracas defendía muy bien, y el entrenador del conjunto mexicano, Efraín Flores, movió piezas y mandó a Omar Arellano al ataque por Carlos Ochoa para tratar de sacudir a su equipo y darle mayor verticalidad y ofensiva.
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El portero del Caracas se puso el traje de héroe al minuto con una doble salvada, primero rechazó un potente remate de Medina y enseguida desvió el remate de Borgetti en la jugada más clara del equipo mexicano.
Chivas se complicó la vida con la expulsión del defensa Jonny Magallón por dos amarillas, luego de derribar a Prieto, y eso forzó a Flores a sacar a Borgetti e ingresar al defensor Patricio Araujo para reducir la desventaja.
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Caracas FC se animó y adelantó a sus jugadores para presionar la salida de Chivas con la ambición de su técnico, Noel Sanvicente, que se dio cuenta de que podía aspirar a una victoria en el estadio Jalisco.
La oportunidad se le presentó al Caracas en una llegada de Jesús Gómez por la izquierda, se quitó la marca, evadió al portero y disparó, pero el defensor mexicano Aarón Galindo se cruzó en el camino de la pelota y salvó a su equipo.
Y después de salvar su meta, Galindo se fue al ataque y en una jugada a balón parado remató de cabeza el gol de la victoria de Chivas, líder del Grupo 6, delante del Caracas (seis puntos), del Everton chileno (cuatro) y del Lanús argentino, colista con dos.
Everton y Lanús empataron 1-1 y quedaron en problemas
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Everton y Lanús empataron este jueves por la mínima en un encuentro insulso al principio e intenso al final que deja al conjunto chileno en el tercer puesto del Grupo 6 de la Copa Libertadores de América.
Los goles de Diego González para Lanús y de Ezequiel Miralles para Everton mantienen a ambos equipos en el tercer y cuarto puesto del grupo.
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En el inicio del choque, un saque de esquina lanzado por Jaime Riveros puso en peligro la portería argentina, pero Lanús reaccionó con un giro de Santiago Biglieri que obligó a Nicolás Peric a desviar el balón, que se dirigía con peligro hacia la escuadra.
Poco después, el mismo delantero de Lanús desperdició una pelota que sobrevoló la cabeza de Peric y se marchó por la línea de fondo, y el partido se sumergió en un ir y venir de balones perdidos, tiros con destino a ninguna parte y continuas faltas.
Sólo diez minutos antes del descanso, Everton y Lanús despertaron del letargo con golpes sin suerte de Jaime Riveros y de Ezequiel Miralles por parte del conjunto chileno, y con un centro pasado de Bigliera al que no llegó el argentino Sebastián Blanco.
Hubo que esperar hasta el minuto adicional para ver cómo un tiro de esquina se adentraba en el área pequeña de Everton y, entre varios cuerpos, emergió la pierna de Diego González, que marcó para Lanús la primera diferencia en la cuenta goleadora.
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Si en la primera parte el encuentro se desarrolló en el centro del campo, los extremos se hicieron con el protagonismo en la segunda mitad, en la que ambos conjuntos, con más voluntad que puntería, lograron enfocar sus miradas hacia el arco rival.
Everton reaccionó de la mano del argentino Ezequiel Miralles y de Óscar Cornejo, que salió como revulsivo en el segundo tiempo, pero un intercambio de palabras con el argentino Rodolfo Graieb les costó a los dos su salida del campo.
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Sólo cinco minutos antes, Miralles se había encargado de convertir en un tanto a su favor un penalti que él mismo había forzado, y desde ese momento llevó las riendas del equipo chileno a base de cabezazos, centros y tiros cargados de peligro.
Lanús respondió al asedio de Everton y puso en varias ocasiones en alerta al portero chileno, que en el minuto 81 se encontró solo con el delantero argentino Jorge Sand, quien había tomado la iniciativa de comandar el ataque visitante.
De nuevo, los últimos diez minutos construyeron la crónica del encuentro, en el que Miralles, esta vez con Sebastián Penco como aliado, se erigió como protagonista de las numerosas jugadas con las que Everton rozó la victoria.
Un cabezazo de Penco, que se estrelló en el larguero, y un tiro de Miralles cuando se había zafado de la defensa argentina acercaron el triunfo a los chilenos, que sin embargo podrían haber perdido si el árbitro hubiera visto penalti en una caída de Jorge Sand.
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