Los Rapids se proclamaron por primera vez campeones de la MLS al vencer en la final al FC Dallas por 2-1 y gracias a un gol en propia puerta del defensa George John en la prórroga, a la que se llegó tras finalizar el tiempo reglamentario en empate a un tanto.
Los Rapids, el ex equipo del entrenador asistente del Real Madrid, Aitor Karanka, que disputó la segunda final de la MLS, primera desde 1997, no hizo el mejor fútbol en el BMO Stadium, de Toronto (Canadá), pero sí estuvo acertado en sus oportunidades para conseguir los dos goles que les dio el triunfo.
El centrocampista colombiano David Ferreira puso por delante al FC Dallas cuando se cumplía el minuto 35 al rematar con la pierna izquierda un centro del delantero internacional hondureño Marvin Chavez.
Todo estaba a favor del FC Dallas, que controlaba el balón en el centro del campo, y generaba las mejores y únicas oportunidades de gol.
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Pero el equipo tejano, que llegaba a su primera gran final de la MLS en su historia, no supo rentabilizar en el marcador la superioridad mostrada en el campo y se fue al descanso con el 1-0.
Los Rapids salieron con la misma estrategia de juego, de esperar bien colocados en la defensa, donde el argentino Pablo Mastroeni era el líder, y esperar algún contraataque con los delanteros y goleadores internacionales Conor Casey y el jamaiquino Omar Cummings.
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La estrategia del entrenador de los Rapids, el inglés Gary Smith, de no crear fútbol sino de destruir y esperar al error del contrario se cumplió a la perfección, porque al minuto 57 se daba el primero fallo grave de la defensa del FC Dallas.
Un balón centrado sobre la portería defendida por Kevin Hartman, que fue a buscarla, junto con el defensa colombiano Jair Benítez y Casey, permitió que el delantero goleador de los Rapids de Colorado fuese el primero en tocarla cuando los tres la buscaban para poner el empate a 1-1 en el marcador.
A partir de ese momento, el dominio del FC Dallas fue aun mayor, pero también su desgaste físico para seguir sin tener el acierto de conseguir el gol que reflejase en el marcador la superioridad que mostraba en el campo el equipo tejano.
De esta manera fueron pasando los minutos y la poca calidad futbolística que había puesto el FC Dallas también desapareció ante el cansancio de sus jugadores, que al igual que los del Rapids empezaron a perder acierto en los pases y control del balón.
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Sin que ninguno de los dos equipos pudiesen conseguir el gol del triunfo en el tiempo reglamentario, se llegó a la prórroga, donde se mantuvo la misma tónica de juego y sin que ninguno de los dos equipos tuviesen la oportunidad clara de marcar en los primeros 15 minutos.
Pero iba a llegar la jugada decisiva del encuentro, cuando a los tres minutos de haberse iniciado la segunda parte de la prórroga, el delantero senegalés Macoumba Kandji, que acaba de salir por Cummings, también peleó un balón dentro del área del FC Dallas y de puntera hizo un tiro forzado que rebotó John para el autogol decisivo.
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El FC Dallas, con la pocas fuerzas física que aun le quedaban y tener la ventaja de jugar con un hombre más, Kandji se lesionó en la acción del gol y no pudo seguir cuando su equipo ya había hecho los tres cambios, tuvo hasta tres oportunidades claras para haber marcado.
Pero de nuevo la mala fortuna y la inspiración del portero Matt Pickens, que salvó dos tiros de gol de forma magistral, impidieron al FC Dallas, cuando menos, tener el premio de haber ido al punto de penalti para decidir un título que se mereció por su fútbol y dominio en el campo.
La copa de campeón fue entregada a los Rapids de Colorado por el comisionado de la MLS, Don Garber, sin apenas espectadores en las gradas del BMO Field y una temperatura bajo cero, reflejo del pobre fútbol que se había visto en el campo.
Casey también recibió el premio de Jugador Más Valioso (MVP) del partido por haber marcado el gol que abrió el camino del triunfo de los Rapids de Colorado y de ser los nuevos e inesperados campeones de la MLS.
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