La medida es una reacción a las investigaciones por evasión de impuestos que se han abierto contra algunos árbitros por no haber declarado adecuadamente sus honorarios.
Además, en el futuro deberán definirse una serie de criterios con los cuales se deberá comprobar la integridad moral de los árbitros que deberán comprometerse expresamente con no hacer nada que pueda dañar la imagen del fútbol alemán.
El presidente de la DFB, Theo Zwanziger, dijo que se había preguntado a 49 árbitros de primera y segunda división de los que 42 declararon no tener nada que ver con las investigaciones que se siguen por sospecha de evasión de impuestos.
Siete dijeron que consideran que puede ocurrir que se les pida corregir sus declaraciones de impuestos.
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Según informaciones de medios de comunicación alemanes, actualmente hay investigaciones contra 70 árbitros o ex árbitros por sospecha de evasión de impuestos.
En Alemania, el arbitraje profesional no existe formalmente. Eso implica que los árbitros tienen que tener otra ocupación de tiempo completo y por cada partido reciben una un honorario que formalmente se considera como una "indemnización" por el esfuerzo realizado.
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