Dos grupos de aficionados húngaros, separados por una barandilla, quisieron juntarse, lo que fue rechazado por los agentes de seguridad privada, que recibieron ataques a golpes de puño. La policía rápidamente se acercó al lugar para llevar la calma, algo que logró enseguida.
Estos incidentes podrían conducir a la UEFA a abrir un proceso disciplinario contra Hungría, aunque el calibre de estos hechos fue menor que los vistos hasta ahora en el torneo.
El órgano rector del fútbol europeo procedió de ese modo este sábado tras los incidentes que ocurrieron el viernes en los partidos Croacia-República Checa en Saint Etienne, donde los hinchas croatas lanzaron más de una decena de bengalas y algunos petardos, y España-Turquía en Niza, donde también hinchas turcos encendieron bengalas.