Con tal de acompañar a la selección se aguantan largas horas en tren o avión y empeñan hasta el alma. Noticias Caracol conoció sus historias.
“Empeñé la moto”, dice un connacional que llegó hasta Rusia.
“Tuve que vender un carro por 15 millones y siempre he acompañado a mi selección y no puede fallar”, comenta otro.
“Tuvimos que hacer un sacrificio. Hacer un préstamo en el banco de quince millones de pesos”, relata otro.
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También son miles los colombianos que no sólo han invertido plata sino tiempo.
“Llevamos cinco días viajando”, relata una hincha.
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Detrás de cada uno de ellos hay una historia. un sacrificio y algunas veces una deuda pendiente.