Para un equipo que ha convertido la victoria en una rutina y el buen juego en una costumbre, con trece de dieciséis títulos acumulados en solo tres temporadas y media bajo la batuta de Josep Guardiola, la necesidad de hallar nuevos desafíos no solo deviene una obligación, sino una necesidad imperiosa para no morir ahogado en su propio éxito.
Subido al tren de la gloria, el Barça de Guardiola despide un 2011 mágico, en el que se impuso en cinco de seis torneos: Liga de Campeones, Liga, Mundial de Clubes, Supercopa de Europa y Supercopa de España. Todo excepto la Copa, en el único partido en el que este Barça cedió ante el Real Madrid de José Mourinho.
Cinco títulos, casi seis. Ese seis de seis perfecto que se logró en 2009, cuando el club catalán se consagró como el único equipo en la historia capaz de lograr la excelencia ganadora absoluta. Una proeza prácticamente imposible de superar. O eso parecía.
Porque el Barça tiene ahora la posibilidad de superar lo insuperable, de eclipsarse a sí mismo para brillar más de lo que nadie ha podido nunca.
Aquel sexteto anterior, pese a lograrse en un mismo año, se compuso de la Liga, Copa y Liga de Campeones disputadas durante la segunda mitad de la temporada 2008-2009, mientras que el Mundial y las supercopas europea y española eran correspondientes ya a la primera mitad de la temporada 2009-2010.
Pero en este curso, el 2011-2012, con las dos supercopas en el bolsillo y coronados como mejor equipo del mundo a nivel de clubes, los azulgranas pueden cerrar una temporada para enmarcar si logran sumar los tres títulos que aún restan en juego y en los que aparecen como máximos favoritos.
Bayer Leverkusen y Osasuna, en octavos de Liga de Campeones y Copa del Rey respectivamente, así como los tres puntos que les separan del líder liguero, el Real Madrid, aparecen como los escollos a salvar para alcanzar ese objetivo.
No es el único reto dentro de este rizar el rizo victorioso. De lograr el sexteto nuevamente, el Barça se erigiría además como el único club en ganar dos años consecutivos la Liga de Campeones desde que cambiara su formato en 1992/93, cuando sustituyó la anterior Copa de Europa que nació en los años cincuenta.
Asimismo, los azulgranas serían también el club con más 'Champions' conquistadas desde ese cambio de formato, con cuatro coronas que superarían las tres actuales de Real Madrid, Milan y el propio Barça desde 1993.
Otra gesta en el punto de mira azulgrana reside en las botas de su máxima estrella, el argentino Lionel Messi, quien aparece de nuevo como máximo favorito al Balón de Oro. De ganarlo, sería su tercero consecutivo e igualaría así, con solo 24 años, el récord que ostenta el francés Michel Platini. Son los retos del campeón.