Almajid asegura que asistió a una reunión en un hotel de Luanda, capital de Angola, en la que un responsable catarí, a través de una intermediaria que hablaba en francés, dijo a un dirigente africano que su país quería donar a su federación un millón de dólares.
El alto cargo africano -cuya identidad no es desvelada- respondió: "Ah, un millón de dólares... ¿Por qué no un millón y medio?", según Almajid, quien entonces, en enero de 2010, se ocupaba de las relaciones con la prensa extranjera dentro de la candidatura.
El catarí, de acuerdo con esta versión, preguntó si contaba con el apoyo del africano, a lo que este respondió afirmativamente.
Una conversación similar tuvo lugar una hora después en la misma suite con otro dirigente futbolístico, al que se le ofreció directamente la suma de un millón y medio de dólares, tras lo cual el catarí instó a la empleada a guardar silencio sobre lo que había presenciado.
En la entrevista, Almajid también sostiene que España y Catar accedieron a apoyarse mutuamente en sus respectivas candidaturas al Mundial -España aspiraba a ser la sede en 2018- tras varias visitas del comité organizador árabe a Madrid y Barcelona.
Esta araboamericana -que permanece escondida en un lugar de Norteamérica, según la revista- recuerda que el presidente de la Federación de Fútbol, Hamad bin Jalifa bin Ahmed Al Zani, quien nunca viajaba con el comité de la candidatura, los acompañó en 2010 a España para reunirse con su homólogo, Ángel María Villar.
Según Almajid, "cuando se trataba de viajes donde sucedían las cosas más comprometedoras, como en el congreso de la CAF en Luanda, (la gente del entorno del emir) no participaba. No debía haber ninguna sospecha sobre el emir ni sobre su familia".
El pasado noviembre, la Comisión de Ética de la FIFA consideró que no se produjo "ninguna violación o incumplimiento de las normas y reglamentos correspondientes" en los procesos de candidatura para los mundiales de 2018 y 2022, concedidos en diciembre de 2010 a Rusia y Catar, respectivamente.
Así lo afirmó el presidente del órgano de decisión de la Comisión de Ética de la FIFA, el alemán Hans-Joachim Eckert, que dio por cerrada la investigación sobre los procedimientos de candidaturas y adjudicación de dichos mundiales, después de analizar el informe que había elaborado el órgano de instrucción de la citada comisión.
Almajid afirma en la entrevista a France Football que su decisión de hablar obedece a que Eckert la identificó, sin dar su nombre, en el informe como la persona que había denunciado las irregularidades.