Junto a Mujica, también estuvieron presentes veteranos jugadores como Alcides Ghiggia, campeón del mundo con la Celeste en 1950, y deportistas de otras disciplinas que también representaron con éxito a Uruguay en el exterior.
La camiseta celeste, cuyo último episodio épico ocurrió en el pasado mundial de Sudáfrica 2010, cuando sus portadores alcanzaron las semifinales del torneo, debutó como vestimenta oficial el 15 de agosto de 1910 en un partido ante Argentina en Montevideo que se saldó con una victoria por 3-1 para los locales.
Con ese color en el pecho, los uruguayos se convirtieron pocos años después en la potencia futbolística dominante y se proclamaron campeones olímpicos en 1924 y 1928, así como campeones mundiales en 1930 y 1950, sin contar con los triunfos en la Copa América.
El color de la camiseta surgió después de que, durante la disputa de la sexta edición de la Copa Lipton entre uruguayos y argentinos en Montevideo, los visitantes anunciaran que iban a adoptar como camiseta oficial una con los colores blanco y azul.
Así, los dirigentes del fútbol uruguayo decidieron adoptar una casaca de color celeste en homenaje al equipo local de River Plate, que cuatro meses antes había derrotado a los argentinos de Alumni llevando un uniforme de dicho color.
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Antes de dicha fecha, los uruguayos habían lucido diferentes camisetas en sus compromisos internacionales, combinando los colores azul y blanco, franjas diagonales, el roja y hasta una albiceleste con rayas verticales, muy similar a la de Argentina.