Psicólogos y terapeutas en relaciones afirman que aquellas parejas que evitan afrontar los conflictos tienden a tener mayores probabilidades de terminar.
En la investigación “Sentimientos de molestia y palabras habladas de ira en la vida cotidiana de las parejas: el papel de la agresión en la familia de origen”, se estudió cómo la comunicación que parte desde la ira impacta a una relación.
La psicoterapeuta especializada en psicoterapia psicosexual y relaciones, Silvia Neves, citada por InsideHook, compartió que existen dos tipos principales de lucha: la constructiva y la destructiva.
afirmó Neves, quien añadió que este tipo de comportamientos “erosionan las relaciones”.
La psicóloga Maria Thestrup dijo a Everyday Health que al conflicto hay que verlo como una oportunidad para que dos personas crezcan y se comprendan mejor.
La base debe ser el respeto: Thestrup recomienda establecer límites entre el lenguaje que se puede usar y el que no. Por ejemplo, evitar emplear insultos o adjetivos.
Al verbalizar las emociones es más fácil comprender qué es lo que le molesta a la pareja.
En caso tal que frecuentemente peleen por un hecho que sucedió hace varios meses o años, es válido preguntar por qué ese episodio regresa a las discusiones presentes y analizar si existen ciertas heridas abiertas en la pareja.
No importa si en ese momento no pueden terminar la discusión, es importante resolver los problemas lo más pronto posible para que en el futuro no regrese el inconveniente como un “fantasma del pasado”.
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