Nikki Myring-Thomas, una mujer de 50 años que reside en Talybont, Gales, dijo que su gata desapareció el pasado 10 de septiembre durante cuatro días.
Estaba sumamente preocupada por el destino del minino, pues temía que fuera atropellada.
La mujer le contó a The Mirror que tuvo un sueño en el que Inka, su gata, estaba atrapada en una iglesia cercana, la cual no estaba abierta al público.
A la mañana siguiente, se dirigió al sitio y vio a Inka detrás de una ventana.
Dijo que notó que una pequeña ventana estaba rota y que se acercó para llamar a su gata. A lo lejos, escuchó un maullido e inmediatamente supo que era Inka.
“Fue solo una premonición real en la que vi que ella estaba en la iglesia. Me puse a llorar un poco en ese momento. Fue realmente muy extraño. Si no hubiera tenido ese sueño, no hubiera pensado en ir a ese lugar”, compartió.
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