Algunas personas creen que las experiencias extracorpóreas son la prueba fehaciente de que hay algo más allá del plano terrenal. Otros piensan que confirma la existencia del alma, pues, ¿cómo explicar la sensación de elevación y el verse a sí mismo postrado en una cama?
Acorde a un estudio realizado por científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, esta experiencia podría darse, simplemente, “por una confusión cerebral”.
En medio de un experimento de realidad virtual, los investigadores hallaron que la “confusión” ocurre debido a que hay un “cruce de cables” al momento de procesar la información sensorial.
Fue lo que dijo el miembro del equipo de investigación Binga Lenggenhager, cuando le preguntaron el porqué de dicha confusión.
Por medio de gafas de realidad virtual, el uso de imágenes tridimensionales de sus cuerpos y estímulos físicos, se dieron cuenta de que el cerebro suele fusionar el carácter visual y la información sensorial, lo que les hizo pensar que habían estado fuera de sí mismos.
En un estudio publicado en Current Biology, encontraron que, luego de hacer un ejercicio similar, se activaron ciertas áreas cerebrales relacionadas con el sentimiento de pertenencia del cuerpo y la orientación espacial.
En ambos estudios ubicaron a las personas en lugares diferentes a las cuales ellas creían estar, por eso fue que experimentaron una sensación de “no posesión del cuerpo”.
Pacientes que han padecido ataques epilépticos, infartos o han consumido drogas, han asegurado desdoblarse y ver sus propios cuerpos.
Informes enfatizan que hay específicos instantes en los que el caso de confusión puede ocurrir: antes de dormir, luego de un esfuerzo físico extremo, al usar drogas psicoactivas, cuando hay un accidente, en medio de la meditación o hipnosis y al vivir una experiencia cercana a la muerte.
Uno de los casos más populares es el de Pam Reynolds, una cantautora estadounidense que en 1991 tuvo que someterse a un procedimiento para extirpar un tumor cerebral. Cuando logró despertar de la anestesia, luego de haber estado clínicamente muerta durante unos instantes, la mujer afirmó haber visto lo que pasó en aquella sala de cirugía.
Afirmó que no sintió dolor o miedo, tan solo recordaba estar flotando. Cuando le contó a los médicos su experiencia y ciertos detalles que ocurrieron durante la cirugía, no podían creer lo que la mujer estaba compartiendo.
A pesar de que algunos creen su versión, otros prefieren centrarse en las demostraciones científicas. Christopher Lopez, neurocientífico de la Universidad de Aix-Marseille en Francia y quien ha realizado investigaciones al respecto, comentó que “el cerebro tiene que dar sentido a la información contradictoria” y, por ello, crea un tipo de distorsión en la cual se cree estar.
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