La protagonista de esta historia es Paige Winter, quien en medio de un día familiar fue mordida por un tiburón cuando tenía 17 años. Ahora, a sus 20, cuenta cómo fue su proceso de adaptación luego de que le amputaran una pierna y dos dedos.

Todo ocurrió en una playa de Carolina del Norte, Estados Unidos

Winter le relató al programa ‘No filter’ de LadBible lo que sucedió.

“Me incliné hacia atrás para dejarme caer sobre mi espalda, luego nadé hacia abajo y volví a subir como una sirena”,

relató.

Pensó que se había chocado con su padre

Cuando se giró para confirmar si su progenitor estaba detrás de ella, se percató que “estaba sola”.

“Sentí un dolor agudo en el tobillo y luego nada más. Se sintió como una eternidad, sentí que estuve allí debajo durante 20 minutos, pero en realidad fueron como 20 segundos”,

detalló.

Su padre se dio cuenta que la joven no salía del agua y fue a ayudarla.

Cuando por fin logró sacarla del agua, se dieron cuenta que había sido mordida. Incluso, reveló que alcanzaba a ver su hueso, el cual quedó con marcas de dientes del tiburón.

Aunque afirma que no sintió mucho dolor, tenía una leve sensación de adormecimiento.

Un médico le informó que le debían amputar una pierna y dos dedos. Además, necesitaban colocarle injertos de piel de la espalda a la palma de la mano.

Debió aprender a caminar con una pierna ortopédica

Winter dijo que, a pesar de que aprendió a caminar con “facilidad”, le tomó un año volver a realizar acciones que para ella eran básicas.

Conéctese con nuestras historias.

Haga clic aquí: