Una de las teorías que apunta al nacimiento de la superstición se centra en los celtas, quienes creían que los dioses y espíritus vivían en los árboles.
Algunos creen que los celtas golpeaban los troncos para despertar la energía "mística" y alejar a los malos espíritus. Otros apuntan a que lo hacían para agradecer a los dioses la buena suerte que les habían brindado.
Supuestamente, la referencia se debe a la asociación que se hace con la santa cruz. Generación tras generación se ha compartido que al tocar madera se invoca la protección de Dios.
El sitio web compartió que, sin importar la nacionalidad o creencia, las personas, siempre que van a tocar madera, suelen decir la frase para “activar la buena suerte”.
De acuerdo con el experto en pensamiento mágico Phillips Stevens, en conversación con Business Insider, las supersticiones se derivan de “tres principios universales que están en todas las culturas”.
Al confiar en lo místico y sobrenatural, las personas suelen pensar que los símbolos y el lenguaje pueden transferir dicho poder.
Por ejemplo, asumir que al romper un espejo se tendrá siete años de mala suerte. “La imagen y la realidad están conectadas. Si rompes la imagen, haces algún daño a la realidad”, dijo Stevens.
Se refiere al creer que los objetos retienen la energía de otros elementos luego de haber estado cerca.
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