Taylor White, una mujer de 37 años que vive en Florida, Estados Unidos, ha vivido toda una pesadilla desde su cumpleaños 21, pues esa noche su vida cambió drásticamente.
Para ese momento, Taylor empezó una relación con un hombre tras divorciarse de un militar. Creía que era un “gran tipo”, pero resultó ser abusivo física y sexualmente con ella.
Para celebrar su cumpleaños 21, según contó al portal New York Post, su novio y los amigos de él la llevaron a un bar local para que se embriagara por primera vez.
Al estar ebria, la trasladaron a una habitación de hotel y procedieron a tatuarle el rostro.
Relató que cuando se despertó sintió un gran dolor en el rostro, por lo cual pensó que había sido víctima de violencia física, pero al verse al espejo quedó aterrada.
Decidió ocultarse un par de semanas para esperar a que los tatuajes sanaran y a que el dolor disminuyera. Cuando se presentó a su trabajo como tatuadora, su jefe se preocupó al ver que tenía unas ligeras líneas que se le asomaban debajo de la base de maquillaje.
En 2008, su jefe se ofreció a pagar para quitarle los tatuajes, pero estos estaban muy pigmentados. Por ello, decidió taparlos.
Pasaron los años y al ver que no podía conseguir empleo en el campo de la salud mental, empezó a contar su historia en TikTok, llegando a miles de personas, entre ellas a Askenasy.
Él se ofreció a cubrir los costos de la eliminación de los tatuajes con láser.
Debido a que Askenasy también es un reconocido influencer, logró que una empresa retirara los tatuajes de Taylor sin costo alguno. Ya le realizaron la primera de varias sesiones.
Taylor mencionó que ella padece trastorno bipolar 2 y que su apariencia evitó que estuviera bien. Ahora, agradece que podrá avanzar con su nueva vida.
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