La protagonista de esta historia es María José Gamboa, una joven mexicana que compró un boleto de avión para Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, pero en vez de llegar a su casa, terminó en Seattle, Washington (Estados Unidos).
Dijo que al momento de abordar, la tripulación vio su boleto y la enviaron a otra fila, así que Gamboa obedeció y cambió de lugar.
Entró al avión y se percató de que “su asiento estaba ocupado”, así que volvieron a verificar su pase de abordar. Le manifestaron que no había ningún problema y que le darían otra silla al lado de la ventanilla.
contó.
Llamaron al capitán para informarle la situación. Luego le pidieron a Gamboa el número de un familiar para “mantenerlo al tanto sobre lo ocurrido”.
Llegó a Estados Unidos y una agente de la aerolínea le estaba ayudando a conseguir un puesto en el siguiente vuelo a Guadalajara.
Su travesía se extendió un par de minutos debido a que pasó a migración y no tenía un documento, aparte de su identificación mexicana, para corroborar quién era ella.
dijo.
Regresó a México y pudo reencontrarse con su familia en Chiapas.
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