Jane Guiney, quien reside en Wandiligong, Australia, se llevó una gran sorpresa cuando encontró a un cachorro herido en su patio. Se dio cuenta de que el animal había sido arrojado por un águila debido a las marcas que tenía el pequeño en el lomo.
Jane y su familia cuidaron al pequeño, nombrado Wandi, durante un día y luego lo llevaron al Hospital de Animales Alpine para que curaran sus lesiones y le practicaran una prueba de ADN.
ABC News reveló que mientras se develaban los resultados, Wandi fue llevado al santuario de la Fundación Australiana Dingo.
Allí descubrieron que en verdad no se trataba de un perro común y corriente, sino de un dingo de las Tierras de Victoria, una especie en peligro de extinción en Australia, según la revista Cromos.
Wandi ha logrado adaptarse satisfactoriamente al refugio y su historia ha cautivado a más de 58 mil internautas.
“Wandi se convertirá en parte de nuestro programa de reproducción, agregando nuevos genes para aumentar la fuerza y la diversidad de nuestra población de dingos puros que tenemos”, comentó el santuario.
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