En una compañía de seguros, en Hong Kong, se implementó una “estrategia motivacional” poco convencional, la cual ha generado discusión en redes sociales.
En un cartel se explicó que en una cena anual de la empresa se les pidió a los empleados de bajo rendimiento que se abofetearan unos a otros.
Un supervisor hizo pasar a una docena de los empleados (que no vendían los suficientes seguros) al escenario y les dio la instrucción de golpearse en el rostro.
Al parecer, todos “se quedaron inmóviles unos segundos” antes de empezar a abofetear.
El experimento no solo impactó a quienes estaban en el escenario, también a aquellos que estaban cenando frente a ellos.
A pesar de que algunos aplaudieron la idea, otros indicaron que el acto fue “denigrante” y que preferían ser “despedidos”. Incluso, llegaron a comparar el experimento con la “iniciación de una secta”.
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