Morit Summers, una entrenadora fitness de 36 años que reside en Nueva York, busca romper estereotipos, pues pesa 90 kilos y ayuda a cientos de personas a mantenerse saludables y a construir una mejor relación con sus cuerpos.

En entrevista con New York Post, dijo que en su niñez “odiaba verse en el espejo” por su sobrepeso, así que, por recomendación de un médico, empezó una dieta sana.

Desde los 14 años empezó a practicar ejercicio

Sus padres contrataron a un entrenador personal, pero a pesar de que su autoestima y músculos se estaban fortaleciendo no se sentía cómoda realizando actividad física.

Trabaja como entrenadora personal

Con el paso de los años su mentalidad cambió y decidió que su peso no definiría si podía o no ayudar a otros a alcanzar sus metas físicas.

“Hace tres años no me subo a una báscula. Es un lugar tóxico”

Se certificó como entrenadora y su plan de trabajo se centra en aquellos que desean fortalecerse y estar saludables, pero sin la "obsesión" de perder peso.

Lleva cinco años entrenando a más de 100 personas, entre ellas, a la modelo Ashley Graham. Por cada sesión de entrenamiento cobra 150 dólares.

Deja a un lado las críticas que recibe en redes sociales

“Muchos de mis clientes vienen a mí porque me parezco a ellos. Yo también tengo barriga. Sé por lo que están pasando”, dijo.

En sus redes sociales comparte videos de entrenamientos que ella realiza y las rutinas que practican sus clientes. Tan solo en su cuenta de Instagram cuenta con más de 36.900 seguidores.

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