Lydia, una joven de 22 años que reside en Florida, Estados Unidos, compartió en sus redes sociales la terrible experiencia que vivió luego de haber confundido un frasco de gotas para ojos con un fuerte pegamento.
Relató que en agosto de este año utilizó un adhesivo en el ojo izquierdo, lo cual hizo que los párpados quedaran completamente pegados.
“Me aplicaron un ungüento que rompe y disuelve el pegamento”, relató.
Lamentablemente, la pomada no funcionó, así que los médicos empezaron a quitar manualmente el pegamento para que la joven intentara abrir el ojo.
Contó que emplearon un instrumento de metal para que pudiera abrir el ojo, lo cual sí funcionó.
Debido a que el pegamento tuvo un contacto directo con el ojo, su visión aún se encuentra mejorando y para ello debe utilizar antibióticos.
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