En medio de un podcast con el influencer Gusgri, el mexicano Antonio Mendoza compartió cómo gracias a un empleo como estríper logró salir adelante en su vida.
Mendoza mencionó que a la edad de 8 años debió vivir en la calle, trabajar limpiando vidrios, buscar comida en la basura, dormir en carros abandonados y padecer un abuso sexual de un vecino, pues creció en medio de una familia disfuncional.
En medio de la situación que vivía “yo me motivaba para salir adelante. Yo no tuve estudios, no fui a la escuela, nada más fui a la primaria. La vida te va dando las cosas conforme vas luchando por ellas”, explicó.
Pasaron los años y decidió dejar su ciudad, Mexicali, para mudarse a Monterrey y empezó a trabajar como estríper.
Baila y expone su cuerpo a mujeres, que le han llegado a pagar mensualmente cerca de 4 mil dólares.
Además, las mujeres con las que sale suelen llevarlo a comprar ropa o le dan regalos como tenis o accesorios de marca.
Ahora, resalta que gracias a su oficio pasó de comer en la basura a pedir los cortes de carne más costosos en los restaurantes. Agradece a sus clientas y dice que algunas no escatiman en gastos cuando se trata de complacerlo.
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