Un cáncer de ovario en etapa 4 tiene al borde de la muerte a Emma Rice, una mujer de 32 años que vive en el Reino Unido.
Se percató de que estaba enferma en febrero de 2021, cuando empezó a sangrar abundantemente por la vagina y se manifestó un intenso dolor en el vientre.
Los doctores pensaron que el dolor y el sangrado se debía a que su implante anticonceptivo se había “colocado en el lugar equivocado”, pero la verdad era otra.
Buscó a un especialista para corroborar el diagnóstico inicial, pero, luego de una serie de exámenes, el doctor le dijo que tenía cáncer de ovario en etapa 3.
Empezó a someterse a quimioterapias, las cuales dañaron su hígado, y a sesiones de radioterapia.
En enero de 2023, el doctor le hizo una tomografía por emisión de positrones esperando que el cáncer hubiera desaparecido, pero, para pesar de todos, este se propagó.
“Les preguntamos cuánto tiempo tenía y dijeron que alrededor de un año. En ese momento nuestro mundo se derrumbó”, contó la pareja de Emma, Dava Rice.
A pesar de que Emma y Dava habían estado juntos desde hace 10 años y ya tenían tres hijos, ella quería ir al “siguiente nivel” con su esposo: el altar. Sin embargo, no contaban con el dinero para hacerlo.
Al ver que el tiempo de vida de Emma se estaba agotando, su familia y amigos decidieron cumplir este deseo.
Buscaron empresas locales dispuestas a donar sus servicios y reunieron dinero para comprar los anillos de bodas.
Aunque Emma estaba cansada por los tratamientos médicos y dice estar triste de tener esta enfermedad que poco a poco le ha “quitado la vida y la familia”, agradeció haber podido casarse con el amor de su vida.
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