Lauren Brooke, una mujer que es madre de dos menores, decidió celebrar su divorcio realizando una inesperada acción.
Por aquel entonces, se enamoró de su exesposo cuando ambos asistían a la misma iglesia bautista.
Debido a que el trabajo de su esposo (en la Guardia Nacional del Ejército de los Estados Unidos) lo estaba “consumiendo”, decidieron separarse.
comentó Lauren, según The Sun.
Para cerrar esta etapa de su vida, le pidió a su mamá, Felicia (quien es fotógrafa), que le hiciera una sesión, la cual se llevó a cabo hace pocos días.
“¿Qué más iba a hacer con mi vestido de novia? No se podía devolver y no me gustaría dárselo a mi hija, no después de cómo terminó todo. Entonces, ¿por qué no quemarlo?”, comentó la mujer.
Felicia reveló que no había visto reír tanto a su hija desde la separación, pues sabía que el divorcio no había sido nada fácil.
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