La vida del rector Jason Smith y de su estudiante Raven Whitaler-Smith cambió en 2015, luego de que la joven, quien en ese entonces tenía 14 años, fue citada a la oficina del hombre.
Según reportó el programa Good Morning America, Jason encontró a Raven sentada afuera de su oficina porque se había metido en problemas.
Al preguntarle qué había sucedido, Raven le comentó que había tirado una taza de yogur en el almuerzo y que la habían suspendido. Por ello, estaba sentada afuera de su oficina esperando a que la recogieran.
Jason le preguntó si ella alguna vez había botado a la basura comida en un restaurante, pero la menor le respondió que nunca había ido a uno.
La respuesta consternó a Jason, por ello indagó cuál era la situación de Raven. Ella había estado viviendo en un hogar grupal que le otorgó el Sistema de Cuidado de Crianza de Kentucky, en Estados Unidos.
“En ese momento sentí que ella solo necesitaba una mano, necesitaba ayuda. Reconocí que necesitaba algo que fuera a su favor, solo que alguien la ayudara”, comentó Jason.
Debido a que Jason y su esposa padecían infertilidad, no habían podido tener hijos. Así que el hombre le propuso a su pareja adoptar a la menor.
“Esto era algo que, obviamente, le apasionaba porque estoy segura de que ella no es la única niña con la que ha tratado estando en una situación similar. Así que algo en Raven era especial para él”, contó la mujer.
Tras plantearle a Raven adoptarla, Jason y su esposa empezaron un proceso de rectificación como padres de crianza y en 2015 la menor se mudó con ellos.
La familia Smith está a punto de celebrar su octava Navidad juntos y, a pesar de que al principio la relación de estos tres no fue fácil, ahora se sienten más unidos que nunca.
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