Matthew Riggs, un padre de familia de 32 años, decidió hacer un cambio drástico de hábitos luego de que su hijo le hiciera una inquietante pregunta.
En marzo de 2019, Riggs pesaba 171 kilos y consumía cerca de 7.000 calorías diarias.
Su hijo se acercó y le preguntó si debido a su obesidad moriría. Ante el comentario, el hombre se comprometió a bajar de peso.
“Llegó a casa luego de aprender sobre el cuerpo humano en la escuela y me preguntó si iba a tener un ataque al corazón y morir”, contó a medios locales.
Su motivación: el amor a su hijo. Tal ha sido su cambio que ganó el primer puesto en un programa de televisión por haber bajado bastante de peso.
Actualmente entrena 7 días a la semana y cuida su alimentación. Está sumamente orgulloso de su progreso físico y, sobre todo, mental.
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