Dallas Salas no tuvo una infancia fácil, pues a los 5 años fue diagnosticado con leucemia. Le contó al programa Good Morning America que por las noches solía quedarse "despierto llorando y gritando”.
Para su pesar, en el 2005, el mismo año en el que había sido diagnosticado con cáncer, su familia perdió el hogar que había construido en Scottsdale, Arizona (Estados Unidos), por un incendio provocado.
Debido a que su padre fue encarcelado por haber participado en “actos criminales”, según contó, su madre tuvo que cuidarlo y mantenerlo sola.
Decidió que su historia familiar y de salud no definirían su futuro, así que al salir de la secundaria ingresó a la Universidad de Arizona para empezar la carrera de Neurociencia.
“Cuando te adentras en cualquier aspecto de la biología o de la medicina, estás profundizando en los sistemas humanos. Definitivamente quiero adoptar un enfoque práctico, ayudar a otras personas a lidiar con estos problemas e implementar los sistemas que conocemos”, comentó.
“Mi mamá fue una gran motivadora, realmente me inspiró a seguir adelante”, enfatizó.
Buscó ayuda para lograr sus objetivos académicos y así terminar la carrera universitaria a los 18 años.
Ahora su felicidad es por partida doble, pues no solo se graduó de la universidad, los médicos le informaron que está libre de cáncer.
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