Antonio Vento, un joven de 14 años, debió salir de Cuba con sus padres en 2012 con una visa humanitaria luego de que no lograron encontrar una cura para tratar su raro trastorno ocular y de la piel que padecía desde su nacimiento.
Su enfermedad es tan particular que solo la padecen medio millón de personas a nivel mundial, a quienes se les hace una formación de tejido cicatrizante tanto en la piel como en los ojos, explicó el doctor Antonio Sabater, según la agencia EFE.
Médicos de la Universidad de Miami y de la Facultad de Medicina Miller, le realizaron dos cirugías oculares, pero a los tres o cuatro meses volvía a reproducirse el tejido cicatrizante porque tenía falta de producción de colágeno.
“Tras la segunda cirugía decidimos no volver a operarle, esperar a que surgiera otra opción para Antonio”, enfatizó Sabater.
Al los médicos percatarse de que un tratamiento de uso tópico que estaba utilizando en la piel estaba funcionando, se pusieron en contacto con Krystal Biotech, la empresa que desarrolla productos avanzados de terapias génicas de uso tópico, y comenzaron a realizar pruebas de laboratorio con la formulación.
En 2022, tras obtener resultados satisfactorios y lograr que la FDA aprobara el uso del tratamiento para el caso del menor, la clínica empezó la terapia.
“La recuperación fue lenta, pero a los 5 o 6 meses su visión comenzó a mejorar y a los 8 meses esta era casi perfecta”, reveló Sabater.
A pesar de que pudo recuperar entre el 95% y el 100% de la visión en el ojo derecho, el izquierdo no corrió con los mismos resultados debido a que ya había sufrido dos intervenciones. En este puede enfocar entre un 50% y 60%.
Los médicos han tratado a Antonio durante los últimos dos años y dicen que se está recuperando muy bien.
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