La protagonista de esta insólita historia es Deborah Hodge, una mujer de 49 años que ha debido renunciar en tres oportunidades a sus mascotas porque sus arrendatarios no han permitido animales en la propiedad.
Cansada de la situación y con miedo de perder a su gata, India, tomó la decisión de casarse con la minina.
Debido a que perdió su empleo y pronto deberá buscar una nueva residencia, optó por realizar la unión con la gata, pues temía que sus futuros arrendatarios no le permitieran conservar a India a su lado.
Con esta muestra de compromiso y amor a su gata, esta madre de dos hijos espera que los propietarios de su futura vivienda entiendan que India “no es un simple animal” para ella.
mencionó Hodge al medio South West News Service.
Además, reveló que necesita que los futuros propietarios de su vivienda comprendan que ella y su gata “vienen en paquete y que no se pueden separar bajo ninguna circunstancia”.
La ceremonia fue celebrada el 19 de abril en un parque al suroeste de Londres. Deborah Hodge vistió un elegante esmoquin y envolvió a su gata en una tela elástica dorada. Afirma que, durante sus votos, India no paró de maullar.
Hodge comparte que se niega a separarse de India, incluso prefiere vivir en la calle que estar sin ella.
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