Este increíble hecho, conocido como partenogénesis o “nacimiento virginal", ocurrió en el Parque Reptilandia de Costa Rica. El cocodrilo hembra produjo 14 huevos.
La hembra vivió sin tener ningún contacto con machos durante 16 años. En 2018, tras tres meses de incubación, científicos descubrieron que uno de los huevos tenía un feto completamente formado.
Tras analizar el huevo, los biólogos, quienes son de Estados Unidos, hallaron que el feto era genéticamente idéntico a la progenitora en más de un 99,9%. Con esta certeza, se confirmó que el animal había sido producido sin la intervención de otro reptil.
Lastimosamente, según explica el portal National Geographic España, el huevo no llegó a eclosionar. De haberlo hecho, "la cría habría sido viable".
National Geographic España explica que es un método de reproducción por el cual una especie que se reproduce de forma sexual puede llegar a hacerlo solamente con la intervención de la hembra.
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