De acuerdo con el Instituto Internacional de Estudio para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Rusia y Estados Unidos poseen cerca del 90% de las armas nucleares que hay en el mundo. Pero este no es el único tipo de artefacto que tiene el país dirigido por Vladímir Putin.

Según el Ministerio de Defensa del Reino Unido, Rusia ha empleado armas termobáricas o “bombas de vacío”, consideradas sumamente devastadoras, pues logran crear explosiones e incendios.

De acuerdo con la BBC, estas bombas actúan en dos pasos debido a que “tienen un contenedor de combustible con dos cargas explosivas separadas”.

Cuando se lanzan, el primer explosivo dispersa en el área una mezcla de combustible, el cual es detonado al activarse la segunda carga explosiva. Cuando ambas se “fusionan” logran crear una gigantesca bola de fuego, haciendo posible absorber el oxígeno del lugar del impacto.

Los alcances de las armas termobáricas

No solo tienen la capacidad de atacar infraestructuras, pues tal es su poder que la nube del primer explosivo logra entrar en zonas que no están correctamente selladas, afectando así a las personas que se encuentran en lugares reducidos.

¿Existen leyes que regulen su uso?

Hasta la fecha no hay ninguna norma que restrinja su empleo. Pero, acorde a la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, el ‘protocolo III’ prohíbe el empleo de armas incendiarias cerca a zonas donde residen civiles.

A inicios del siglo XX, entre 2003 y 2007, Estados Unidos y Rusia anunciaron haber creado las “armas termobáricas más poderosas” del planeta.

Incluso, se cree que Rusia tiene la “más devastadora”, dado que en su momento así lo afirmó y la nombró “el padre de todas las bombas”.

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