Mundo
Con la idea de adoptar un enfoque diferente a la forma en cómo el mundo ve y concibe la muerte, los diseñadores italianos Anna Citelli y Raoul Bretzel decidieron crear un “ataúd orgánico”
El conocido cajón pasaría a ser un “cofre” en forma de huevo donde se colocaría tanto cuerpos como cenizas
Luego de introducir el cuerpo en posición fetal o meter las cenizas en pequeñas urnas biodegradables, la cápsula en forma de huevo procedería a ser enterrada (como una semilla) y encima de ella se plantaría un árbol elegido previamente
Se puede leer en el sitio web de la iniciativa
La visita donde se llevan flores y se limpia la lápida quedaría atrás. Los allegados de quien se encuentre en el huevo cuidarán del árbol a medida que este vaya creciendo
Luego de enterrar el huevo, las bacterias se encargarían de descomponer la estructura hasta encontrar el modo de que las cenizas o el cadáver entren en contacto con el suelo, para así, con el tiempo, terminar nutriendo al árbol por medio de la mineralización
Aunque los italianos presentan este proyecto como algo del “futuro”, los diseñadores han empezado con el desarrollo de la idea desde hace unas cuantas décadas.
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