Hayley Thompson se encontraba celebrando su cumpleaños 36 cuando de repente colapsó y murió en Ladram Bay Holiday Park, Reino Unido.
Durante un viaje para celebrar su vida, la mujer no se sintió bien y decidió abrir rápidamente los regalos y entrar a la tienda de campaña para descansar.
Minutos después, intentó dirigirse al baño, pero se desmayó. Al percatarse de lo que había sucedido, su pareja llamó de inmediato a los paramédicos.
Al llegar al lugar no pudieron salvar la vida de Thompson, pues había sufrido tres convulsiones que causaron su muerte.
La hermana de Thompson, Liah, relató a Manchester Evening News que el bazo de su familiar “se rompió y le causó una hemorragia interna”.
Según Liah, su hermana necesitaba un trasplante, pero jamás imaginaron que fuera algo de “vida o muerte”, pues Hayley "minimizaba" sus problemas de salud.
Los médicos habían detectado cicatrices en su hígado. Al realizarse ciertos exámenes, le informaron que necesitaba un trasplante.
El procedimiento quirúrgico se entorpeció porque, a pesar de que en algunas ocasiones la llamaron a informarle que había un donante compatible, el hígado no era del tamaño adecuado para su cuerpo.
Además, cuando Hayley mencionaba la posibilidad de morir pronto, siempre les recordaba a sus seres queridos, entre ellos, su hija de 18 años, que había sido inmensamente feliz.
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