El 6 de diciembre de 2022, George Piano acudió a un centro médico en Washington, Estados Unidos, porque estaba presentando fuertes dolores abdominales.
Lo diagnosticaron con apendicitis y lo llevaron a la sala de cirugía para que le extirparan el órgano.
Según la demanda interpuesta por Piano, “los médicos no pudieron localizar el apéndice y, en cambio, extirparon una parte de su intestino”.
Luego de la cirugía, Piano empezó a experimentar un dolor abdominal peor al que tenía antes de ingresar al quirófano, pues su malestar ya no se trataba de un apendicitis, sino de peritonitis.
Dos días después de la cirugía, a Piano le realizaron una tomografía computarizada y esta mostró que no le habían extirpado el apéndice, así que debió regresar al quirófano.
Además, los doctores se percataron de que en la primera cirugía le extirparon parte del colon, lo que le causó una infección.
En aquella demanda también aseguró que no ha vuelto a ser el mismo desde aquel 6 de diciembre, pues ha perdido cerca de 40 libras, tiene ansiedad y ha sufrido pérdida de memoria a corto plazo.
Le dijo al medio USA Today que agradece estar vivo y asegura que interpuso la demanda para evitar que otro paciente tenga que vivir lo mismo que él.
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