Con tan solo un cuchillo y sus manos, Erikki Pekkarinen, de 87 años, convierte la corteza de abedul (un género de árboles) en juguetes, joyas y bolsos de mano.
“Comencé a practicar a los 10 años. Ya llevo 77 años jugando”, comentó el hombre a la agencia de noticias AFP.
A su vez, este hombre, oriundo de Finlandia, indicó que su amor por la corteza surgió cuando trabajaba como leñador en su juventud.
Aunque sabe que la madera suele ser vista como un material robusto, él ha perfeccionado su técnica para poder convertir cualquier simple roble en una obra de arte.
Allí están expuestos objetos fabricados con las láminas de corteza tejidas, las cuales están unidas sin la necesidad del uso de un pegamento o clavos.
Su pieza más importante es un traje de dos piezas con sombrero, botas de agua y maleta.
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