Un hombre de apellido Chang, en China, denunció que la compañía donde laboraba se trasladó de Xian, en la provincia de Shaanxi, a la montaña Qinling, situada en la misma región, para obligarlos a renunciar y así la empresa "no tuviera que pagarles indemnizaciones".
Según el medio South China Morning Post, el exempleado relató que el trasladarse hasta la nueva sede le tomaba dos horas. Además, acceder al sistema de transporte público era “complicado”.
“Mis colegas sin vehículos tuvieron que depender de un autobús que pasaba cada tres horas y luego caminar otros tres kilómetros por senderos montañosos para llegar a la oficina”, relató.
Añadió que la empresa “se negó a pagar subsidios para los desplazamientos”.
Era extremadamente inseguro trabajar allí, según Chang, pues a la hora que salían ya estaba demasiado oscuro y había una gran cantidad de perros callejeros.
Al ver que las condiciones no mejoraban, 14 empleados (de los 20 que había) renunciaron.
Para sorpresa de los extrabajadores, tan solo cuatro días después de su renuncia, la compañía regresó a la ciudad y contrató a nuevo personal.
Al preguntarle al representante de la compañía de publicidad si era o no verdad la afirmación del extrabajador, respondió que un alquiler en la ciudad era alto y que se habían trasladado a la montaña mientras renovaban las oficinas, lo que “tomaría una semana”.
“Nos dijeron que el período de trabajo en la montaña podría ser muy largo, posiblemente hasta el próximo año. Si hubiera sido solo una semana, ¿quién no habría podido soportar las condiciones de trabajo?”, refutó otro exempleado.