Mundo
Usualmente, el oficio de la fabricación de las luces neón era monopolizado por las familias
Si alguien quería sumergirse en la creación de este producto era casi imposible encontrar a un maestro dispuesto a enseñarle
El celo que existía ante la elaboración de las luces caleidoscópicas iba a tal nivel que si el ‘si fu’ (maestro) fallecía, con él se iba la tradición
Gracias a la labor que ha venido desempeñando Karen Chan el panorama ha cambiado
Karen ha viajado a diferentes ciudades del mundo para aprender de artistas y artesanos
Los conocimientos compartidos por sus maestros le han permitido ser la única mujer de Hong Kong en trabajar en esta industria
Chan quiere romper ese celoso círculo que dejaron sus antecesores. Por ello, creó un proyecto con seis maestros de las luces de neón
“Para que el neón viva necesita de otros elementos, y eso es lo que estoy haciendo como nueva generación”
A pesar de que está segura de que los maestros de neón de su territorio “no la aceptarían” como maestra del neón, sí se siente cómoda con llegar a ser una artista en la rama